viernes, 22 de agosto de 2008

Reuniones Informativas

Queremos invitarlos cordialmente a una reunión inicial de todas las comisiones en donde no solo podremos explicar en detalle el trabajo que se espera de ellas sino que además repartiremos algún material explicativo en cuanto a roles, etc. Además será una excelente oportunidad para que se conozcan los integrantes de las comisiones.

A fin de facilitar la concurrencia haremos 2 reuniones:
el 27 y 28 de Agosto en la Casa Pastoral de la Diócesis de San Isidro: Ituzaingo 90 (Ituzaingo y las vías) a las 20 hs.

Los esperamos!

Acto de Lanzamiento

PROPUESTA“De habitantes a Ciudadanos”

Conurbano Norte: Vte López. San Isidro, San Fernando, Tigre

CONSTRUIR UN PAíS QUE INCLUYA A TODOS
EL GRAN DESAFíO PARA LA aRGENTINA DEL BICENTENARIO 2010-2016

INVITACION AL ACTO DE LANZAMIENTO

Viernes 8 de Agosto de 2008, 19:30 horas

Anfiteatro del Colegio de Abogados de San Isidro
Acassuso 442, San Isidro

Invitan:
Pastoral Social De la Diócesis de San Isidro
Centro Cristiano de Reflexión Política
Con la Participación de:
Monseñor Jorge Casaretto, Obispo de la Diócesis de San Isidro y Presidente de la Pastoral Social de la CEA ,Pastor Aníbal Villordo, Director del Centro Cristiano de Reflexión Política y Presidente de la Unidad Pastoral San Isidro de Iglesias Evangélicas.
Representantes de la Comisión Nacional de Justicia y Paz
P. Aníbal Filippini, Vicario de la Pastoral Social de la Diócesis de San Isidro.

Metodología para el Diálogo

Metodología para el Diálogo Ciudadano

Presentamos una metodología para lograr el diálogo entre ciudadanos y grupos de dirigentes que desean buscar juntos el bien común mediante la promoción de políticas públicas y acciones ciudadanas que nos conduzcan en el mediano y largo plazo a un país que nos incluya a todos.

Recordemos que algunas organizaciones ya vienen trabajando en forma consolidada, por lo que es bienvenida la oportunidad para compartir las buenas prácticas en el trabajo para la inclusión social dado que enriquecen y allanan el camino a quienes comienzan con este nuevo desafío.
Nuestro objetivo es potenciar una cultura ciudadana que fomente la inclusión social en todo el país con miras al Bicentenario.

¿Qué nos proponemos?
Se trata de fomentar un estilo de política basado en la definición y búsqueda del bien común mediante el trabajo conjunto de los ciudadanos, en un esfuerzo articulado con las instituciones del Estado. Los objetivos específicos de esta propuesta son:

  • Conformar un espacio de diálogo con dirigentes locales que acompañe el ciclo de las políticas públicas o acciones ciudadanas propuestas, desde la elaboración hasta la ejecución.
  • Seleccionar una metodología –ésta u otra- que asegure el cumplimiento del diseño e implementación de las políticas públicas y acciones ciudadanas.
  • Establecer un hábito de trabajo en red con vínculos duraderos a nivel local, provincial y nacional.

Para cumplir con estos objetivos ofrecemos una metodología para el diálogo.

Esta metodología se puede resumir en tres grandes momentos: convocar, deliberar y proponer.
Convocar
El paso inicial para toda iniciativa de participación es convocar a los dirigentes locales para crear un espacio de diálogo en su comunidad.
Deliberar
Considerar detenidamente un asunto o problema y alcanzar entre todos un consenso sobre la mejor manera de abordarlo en común.
Proponer
Presentar como política pública lo decidido por consenso en la deliberación y realizar acciones ciudadanas por las vías democráticas constitucionales.

TRABAJO EN RED: En cada una de las instancias se recomienda mantener un sólido trabajo en red. Esta Red debe comunicar a los grupos entre sí y a ellos a la CJP que los anima. La consulta en las distintas etapas es útil para tener un panorama del diseño, ejecución y evaluación de otros proyectos y de las particularidades metodológicas de cada uno. Para eso, se sugiere potenciar el uso de las herramientas tecnológicas, así como generar encuentros presenciales para enriquecer el intercambio de información, experiencias y contactos. A los efectos de facilitar el trabajo de las comisiones, nos enfocaremos solo en las dos últimas etapas ya que la primera es una etapa previa a la formación de las comisiones de trabajo.

DIAGNÓSTICO (1) - ¿Qué nos pasa?
Consiste en estimular un diálogo sistemático sobre los problemas vinculados con la inclusión social para conectar intereses personales y sectoriales. Este diálogo tiene lugar en el marco de intereses diversos pero apunta a un proceso de toma de decisiones consensuado.Cuando analizamos cual es el problema fundamental en un área dada (por ejemplo: Educación) es natural que surjan diversas opiniones sobre cual es el problema o dificultad más importante, grave o urgente. Por ello, para empezar, es fundamental utilizar 2 preguntas “filtro” para analizar las ideas de los participantes:· El problema planteado, es realmente crítico para la inclusión de los más desprotegidos y marginados miembros de nuestra sociedad? · El problema planteado, está realmente focalizado en el bien común de un área importante del conurbano……y no es solo un problema grave de mi calle, barrio o sector?Todos los diagnósticos que superen estas dos preguntas filtros/inquietudes pasan a una etapa siguiente de debate sobre su importancia relativa para llegar finalmente a un consenso sobre la(s) más importante(s). En esta etapa, puede suceder que se tengan dudas sobre la magnitud de algunos de los problemas mencionados. Lamentablemente en nuestro país, y quizás más aún en el conurbano, no siempre se cuenta con buenas estadísticas (y actualizadas) sobre todos los temas que aparezcan (por ejemplo: desnutrición, salud, educación primaria, etc). Sin embargo, es necesario hacer un esfuerzo permanente de discutir los problemas basándose en hechos, estadísticas y datos comprobados. Hay que reconocer que las anécdotas, experiencias y percepciones personales son importantes ya que revelan un conocimiento que muchas veces no aparece en las estadísticas pero no pueden ser un total substituto de éstas.Por todo esto, las Comisiones no deben tener temor de realizar una pausa en el debate hasta conseguir o clarificar la magnitud de un problema, haciendo algún tipo de investigación (Internet, organismos oficiales, etc) o consultando a especialistas en la materia. Los facilitadores podrán ayudar al respecto.
2. DIAGNÓSTICO (2) - ¿Por qué nos pasa o pasó esto? Se busca definir el problema relacionado con la inclusión social a través del análisis de las causas que lo provocan, los componentes clave y los intereses afectados. NO es una búsqueda de culpables (personas, gobiernos o partidos) sino un análisis de la causa raíz del problema, primero para entenderlo en toda su complejidad, segundo para evitar su repetición y por último para buscar antídotos para las causas fundamentales que lo provocaron. Nuevamente, también en esta etapa, es importante hacer el análisis con la mayor cantidad de datos y hechos comprobados para evitar un exceso de subjetivismo personal o, peor aun, sesgos ideológicos que pudieran deformar la realidad. Es importante intentar mantener una racionalidad causaà consecuencia que lleve al consenso de la manera más objetiva posible.
3. DEFINICIÓN de la META - ¿A dónde queremos llegar?
Describe la situación futura a la que se desea llegar una vez que se resuelve el problema y modifiquen las causas diagnosticadas. Es el cambio que fomentará el proyecto que se propone. Es útil explicitar la meta hacia la cual se encamina el grupo porque servirá de Norte para guiar a todos los involucrados en un mismo esfuerzo y evitar la dispersión hacia otros lugares. La meta tiene que ser explícita y detallada, no puede ser una mera enunciación relativamente vaga de una situación óptima o de una “mejora de la situación actual”. Por tanto, si bien no se debe coartar la búsqueda de un “ideal”, también es importante “tener los pies en la tierra” y apuntar a metas exigentes y motivadoras pero sin llegar a ser completamente irreales o inalcanzables que generen un fuerte escepticismo y/o pesimismo con respecto a la factibilidad de alcanzarlas, destruyéndose así la siguiente etapa que es la de generar opciones reales para solucionar el problema y alcanzar la meta deseada. En la medida de lo posible, se deberá intentar cuantificar los aspectos que ameriten o puedan ser cuantificados. De esta manera, se facilita el trabajar con la evaluación de las opciones de una manera sistemática ya que permite comparar el resultado esperado de cada solución propuesta contra las metas concretas.
4. GENERACIÓN de OPCIONES
A partir de la definición del problema y de la meta, se proponen las distintas opciones que captan los modos diferentes de abordar la solución.Se debe intentar agrupar las preocupaciones dentro de un número razonable de alternativas frente al problema. Asimismo, debieran agruparse las soluciones relativamente similares para evitar estar tratando, como opciones fundamentalmente distintas, aquellas que solo difieren en algunos matices, detalles o énfasis. Las propuestas deben ser claras, concretas y con un cierto nivel de detalle que asegure una implementación precisa y no deje librado al azar, o a los implementadores, aspectos importantes de cómo desarrollarla. Se recomienda, en esta etapa, tener mucho cuidado en no coartar la “creatividad” de los participantes. No es tiempo de desechar lo que, a primera vista, puede parecer irrealizable, recuérdese que hay una etapa posterior de evaluación, comparación del valor e impacto de cada idea y selección final.El único “filtro” que conviene tener siempre presente es la relevancia de la opción propuesta para solucionar el problema y llegar a la meta acordada.
5. EVALUACIÓN y SELECCIÓN de OPCIONES
La deliberación consiste en balancear las opciones presentadas de la manera más objetiva posible midiendo las ventajas, desventajas y consecuencias de cada una. En esta etapa podría ser interesante el uso de técnicas tales como graficar el impacto de las opciones versus la facilidad de implementarlas de manera de poder luego seleccionar basándose en un análisis más racional y no solo de preferencias o intuiciones. La selección debiera ajustarse a un número pequeño de propuestas concretas. Dos o tres, a lo sumo, debieran ser suficientes. Quizás alguna de corto y otra de mediano o largo plazo. Intentar proponer un gran número de ideas atenta contra la eficacia en su implementación y de su seguimiento y disiparía fuerzas.
PROPONER
6. ACCIONAR la PROPUESTA Una vez planteada la dirección hacia la cual se quiere ir y qué es lo que se debe hacer, se debe planear cual es la mejor manera de implementar la propuesta y asegurar así su éxito. El desafío consiste en aclarar cuál es el punto de partida y luego diseñar un plan de acción para implementar las distintas etapas que conlleva el desarrollo de la solución propuesta. Se busca que las propuestas sean realizables, por eso hay que analizar cuáles son las condiciones favorables y desfavorables para activar el plan. Habrá también que prever cuales son los obstáculos más probables y tener planes de contingencia que puedan ayudar a removerlos.
7. MONITOREO y EVALUACIÓN
Consiste en verificar la eficiencia y eficacia de la ejecución de un plan. Se busca identificar los logros y las debilidades del proyecto y recomendar los cambios para alcanzar los resultados esperados.También implica un importante grado de perseverancia en el seguimiento del estado de la propuesta y la activación de mecanismos que ayuden a impulsar su ejecución. Por último, es importante vigilar que la propuesta no sea desvirtuada en su esencia. Aunque es admisible y hasta recomendable aceptar algunos cambios, para mejor adaptarse a la evolución de la realidad, no se debería permitir que la propuesta termine siendo algo muy distinto de lo originalmente acordado.
Bases para el Diálogo Ciudadano (*)
Conjunto de condiciones para un efectivo diálogo ciudadano:
1. Aceptar el valor social del diálogo como forma concreta para construir juntos una patria de hermanos en la búsqueda de la verdad, la libertad y la paz en la solidaridad.
2. Intensificar y defender la democracia representativa y participativa como el único camino hacia el afianzamiento de nuestra nación y a la participación civil y ciudadana como la mejor forma de aportar a esa democracia.
3. Incrementar los caminos de encuentro, colaboración y participación entre las organizaciones de la sociedad civil, las estructuras políticas y las legislativas.
4. Acentuar el respeto por la dignidad de la persona humana y la búsqueda del bien común como fundamento básico de la autoridad en que se inspira la acción de los gobiernos nacional, provincial y municipal.
5. Orientar los mayores esfuerzos de manera sistemática hacia la búsqueda de la inclusión social de todos los que habitamos en la Argentina.
6. Realizar el diálogo en un clima de honestidad, respeto, transparencia y confianza mutua.
7. Buscar particularmente los consensos más que la acentuación de diferencias o la defensa de las prioridades sectoriales o corporativas.
8. Reconocer la diversidad de opiniones y de opciones, en el conocimiento y respeto por la visión del otro, para remediar los problemas locales, regionales y nacionales.
9. Renunciar a cualquier tipo de violencia moral, intelectual o física para la solución de los conflictos sociales que se identifiquen.
10. Generar el contexto adecuado que posibilite consensuar políticas públicas en las áreas de "Educación", "Salud", "Justicia y Seguridad ciudadana", "Política Social", "Reforma política y del estado", "Medio ambiente", "Organización económica e integración regional y mundial", "Trabajo/empleo decente", "Tierra, Infraestructura y hábitat" y "Libertad y responsabilidad ciudadana", particularmente aquellas que permitan avanzar hacia la eliminación del flagelo de la exclusión social en nuestro país.

(*) De la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina, www.justiciaypaz.org